
Cambios en las tarifas de Amazon FBA en abril de 2025: ¿Cómo afectan a los vendedores?
¿Vendes en Amazon y usas el programa FBA? Entonces esto te interesa. A partir del 1 de abril de 2025, Amazon ha aplicado una serie de cambios en sus tarifas que afectan directamente a la rentabilidad de los vendedores. En este artículo analizamos los principales cambios y qué puedes hacer para adaptarte.
Nuevas tarifas de almacenamiento: paga por cada cm³
Amazon ha introducido un cambio importante en las tarifas de almacenamiento FBA: ahora se cobra por volumen exacto en centímetros cúbicos (cm³). Ya no se aplican tarifas genéricas por categoría o peso como antes, sino que cada unidad ocupa un espacio que Amazon mide y factura al detalle. Da igual si es un producto ligero o económico: si ocupa más volumen, pagarás más por tenerlo en el almacén.
Y no solo eso. Además del nuevo modelo por volumen, han subido las tarifas, en especial para el inventario que se queda más de 180 días sin vender. En resumen: cuanto más espacio ocupes y más tiempo permanezca el producto en el almacén, más pagarás. Este cambio tiene un mensaje claro por parte de Amazon: quieren que muevas tu stock rápido. Lo que no rota, penaliza.
Esto afecta especialmente a productos voluminosos, de rotación lenta o con embalajes poco optimizados. Si antes podías permitirte mantener cierto sobrestock “por si acaso”, ahora eso te va a salir caro. Tener productos durmiendo en el almacén durante meses se convierte en un lastre directo para tu rentabilidad.
El impacto puede ser mayor de lo que parece a simple vista. Un producto que antes costaba 0,75 € al mes por almacenamiento, puede pasar a costarte 1,20 € o más si se queda inmovilizado y entra en la categoría de “más de 180 días”. Y si tienes 300 unidades en esa situación, haz números: ahí tienes una fuga silenciosa de dinero.
Lo peor es que es un tipo de coste que muchas veces se pasa por alto, sobre todo si eres nuevo vendiendo en Amazon. Pero si algo hemos aprendido en estos años es que en Amazon, todo lo que no controlas, se te escapa en forma de tarifa. Y ahora, con este cambio, controlar el volumen y la rotación de tu inventario no es una recomendación, es una necesidad.
Si no lo has hecho aún, este es un buen momento para revisar cuánto espacio ocupan tus productos, cuánto tiempo permanecen en almacén y si puedes mejorar algo en tu embalaje o previsión de reposición. Porque este tipo de tarifas no se pueden evitar, pero sí se pueden reducir con estrategia.
¿Qué implica esto?
Más control sobre tu logística.
Revisión frecuente de tu tasa de ventas por unidad almacenada.
Posible necesidad de hacer liquidaciones o enviar menos stock.
Aumento en las tarifas de cumplimiento: Las tarifas por el servicio de cumplimiento (picking, packing y envío) han subido entre un 4% y 7% de media. Además, se han añadido cargos extra para productos que requieren preparación adicional.
Cambios en las devoluciones: Si vendes fuera de moda y calzado, ahora se aplican tarifas por gestión de devoluciones cuando se superan ciertos umbrales.
Este nuevo sistema premia a quienes tienen productos bien descritos y con baja tasa de devolución.
¿Hay alguna buena noticia?
Sí. Amazon ha mejorado los beneficios para nuevos productos y nuevos vendedores, ofreciendo descuentos y promociones específicas a través del programa FBA New Selection. También hay incentivos para productos de gran tamaño si optimizas tus envíos.
Nuestra recomendación: toca operar con cabeza y margen
Después de ver los cambios, creemos que Amazon está dejando muy claro hacia dónde va: quiere almacenes eficientes, con alta rotación y mínimo stock parado. Si eres seller, ya no basta con encontrar un buen producto. También tienes que pensar cómo lo gestionas.
Una estrategia que puede funcionar muy bien a partir de ahora es dividir tu stock desde el principio. Si haces una importación grande desde fábrica, en lugar de mandar todo a Amazon directamente, considera guardar parte en un almacén propio o con un operador logístico (3PL). Así solo envías lo que realmente vas a rotar en corto plazo.
Esto tiene varias ventajas:
Evitas tarifas por exceso de almacenamiento.
Ganas margen para reponer con lógica según tu ritmo de ventas.
Reduces el riesgo si algo no se vende como esperabas.
Puedes lanzar productos sin inmovilizar toda la inversión en FBA.
Sabemos que no todo el mundo tiene un trastero, garaje o espacio propio. En ese caso, trabajar con un 3PL puede ser una opción rentable. Muchos ofrecen tarifas más bajas que Amazon y flexibilidad total para enviar pequeñas cantidades de reposición. Además, algunos 3PL ya están especializados en Amazon FBA y se encargan de todo: etiquetado, preparación, envío al centro logístico… incluso te ayudan a gestionar devoluciones.
Otras ideas que creemos clave en este nuevo contexto:
Ajustar bien el embalaje: si puedes reducir volumen por unidad, reduces costes automáticamente.
Rotar antes de ampliar catálogo: es mejor tener un ASIN que gira rápido, que cinco parados acumulando tarifas.
Controlar tu índice de rendimiento logístico (IPI): Amazon lo usa como baremo de eficiencia y condiciona tu capacidad de almacenamiento.
Tener una previsión realista: ni demasiado conservadora ni optimista. El exceso de stock es ahora más caro que nunca.
En resumen: no se trata de tener menos stock, sino de tener el stock adecuado, en el lugar correcto y en el momento preciso. Y eso, si lo haces bien, te pone por delante de muchos competidores que siguen operando como en 2020.
Cambios en las tarifas de Amazon FBA en abril de 2025: ¿Cómo afectan a los vendedores?
¿Vendes en Amazon y usas el programa FBA? Entonces esto te interesa. A partir del 1 de abril de 2025, Amazon ha aplicado una serie de cambios en sus tarifas que afectan directamente a la rentabilidad de los vendedores. En este artículo analizamos los principales cambios y qué puedes hacer para adaptarte.
Nuevas tarifas de almacenamiento: paga por cada cm³
Amazon ha introducido un cambio importante en las tarifas de almacenamiento FBA: ahora se cobra por volumen exacto en centímetros cúbicos (cm³). Ya no se aplican tarifas genéricas por categoría o peso como antes, sino que cada unidad ocupa un espacio que Amazon mide y factura al detalle. Da igual si es un producto ligero o económico: si ocupa más volumen, pagarás más por tenerlo en el almacén.
Y no solo eso. Además del nuevo modelo por volumen, han subido las tarifas, en especial para el inventario que se queda más de 180 días sin vender. En resumen: cuanto más espacio ocupes y más tiempo permanezca el producto en el almacén, más pagarás. Este cambio tiene un mensaje claro por parte de Amazon: quieren que muevas tu stock rápido. Lo que no rota, penaliza.
Esto afecta especialmente a productos voluminosos, de rotación lenta o con embalajes poco optimizados. Si antes podías permitirte mantener cierto sobrestock “por si acaso”, ahora eso te va a salir caro. Tener productos durmiendo en el almacén durante meses se convierte en un lastre directo para tu rentabilidad.
El impacto puede ser mayor de lo que parece a simple vista. Un producto que antes costaba 0,75 € al mes por almacenamiento, puede pasar a costarte 1,20 € o más si se queda inmovilizado y entra en la categoría de “más de 180 días”. Y si tienes 300 unidades en esa situación, haz números: ahí tienes una fuga silenciosa de dinero.
Lo peor es que es un tipo de coste que muchas veces se pasa por alto, sobre todo si eres nuevo vendiendo en Amazon. Pero si algo hemos aprendido en estos años es que en Amazon, todo lo que no controlas, se te escapa en forma de tarifa. Y ahora, con este cambio, controlar el volumen y la rotación de tu inventario no es una recomendación, es una necesidad.
Si no lo has hecho aún, este es un buen momento para revisar cuánto espacio ocupan tus productos, cuánto tiempo permanecen en almacén y si puedes mejorar algo en tu embalaje o previsión de reposición. Porque este tipo de tarifas no se pueden evitar, pero sí se pueden reducir con estrategia.
¿Qué implica esto?
Más control sobre tu logística.
Revisión frecuente de tu tasa de ventas por unidad almacenada.
Posible necesidad de hacer liquidaciones o enviar menos stock.
Aumento en las tarifas de cumplimiento: Las tarifas por el servicio de cumplimiento (picking, packing y envío) han subido entre un 4% y 7% de media. Además, se han añadido cargos extra para productos que requieren preparación adicional.
Cambios en las devoluciones: Si vendes fuera de moda y calzado, ahora se aplican tarifas por gestión de devoluciones cuando se superan ciertos umbrales.
Este nuevo sistema premia a quienes tienen productos bien descritos y con baja tasa de devolución.
¿Hay alguna buena noticia?
Sí. Amazon ha mejorado los beneficios para nuevos productos y nuevos vendedores, ofreciendo descuentos y promociones específicas a través del programa FBA New Selection. También hay incentivos para productos de gran tamaño si optimizas tus envíos.
Nuestra recomendación: toca operar con cabeza y margen
Después de ver los cambios, creemos que Amazon está dejando muy claro hacia dónde va: quiere almacenes eficientes, con alta rotación y mínimo stock parado. Si eres seller, ya no basta con encontrar un buen producto. También tienes que pensar cómo lo gestionas.
Una estrategia que puede funcionar muy bien a partir de ahora es dividir tu stock desde el principio. Si haces una importación grande desde fábrica, en lugar de mandar todo a Amazon directamente, considera guardar parte en un almacén propio o con un operador logístico (3PL). Así solo envías lo que realmente vas a rotar en corto plazo.
Esto tiene varias ventajas:
- Evitas tarifas por exceso de almacenamiento.
- Ganas margen para reponer con lógica según tu ritmo de ventas.
- Reduces el riesgo si algo no se vende como esperabas.
- Puedes lanzar productos sin inmovilizar toda la inversión en FBA.
Sabemos que no todo el mundo tiene un trastero, garaje o espacio propio. En ese caso, trabajar con un 3PL puede ser una opción rentable. Muchos ofrecen tarifas más bajas que Amazon y flexibilidad total para enviar pequeñas cantidades de reposición. Además, algunos 3PL ya están especializados en Amazon FBA y se encargan de todo: etiquetado, preparación, envío al centro logístico… incluso te ayudan a gestionar devoluciones.
Otras ideas que creemos clave en este nuevo contexto:
- Ajustar bien el embalaje: si puedes reducir volumen por unidad, reduces costes automáticamente.
- Rotar antes de ampliar catálogo: es mejor tener un ASIN que gira rápido, que cinco parados acumulando tarifas.
- Controlar tu índice de rendimiento logístico (IPI): Amazon lo usa como baremo de eficiencia y condiciona tu capacidad de almacenamiento.
- Tener una previsión realista: ni demasiado conservadora ni optimista. El exceso de stock es ahora más caro que nunca.
En resumen: no se trata de tener menos stock, sino de tener el stock adecuado, en el lugar correcto y en el momento preciso. Y eso, si lo haces bien, te pone por delante de muchos competidores que siguen operando como en 2020.
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