
Cómo empezar a vender en Amazon: Decisiones importantes antes de pasar a la acción
Antes de abrir tu cuenta en Amazon y lanzarte a vender, hay decisiones clave que no deberías tomar a la ligera. ¿Qué tipo de cuenta te conviene? ¿Con qué modelo de negocio empezar? ¿Cómo vas a gestionar la logística?
Este artículo está pensado para ayudarte a tomar esas primeras decisiones con claridad, evitando errores comunes y ganando confianza desde el primer paso. Porque vender en Amazon no es solo subir un producto: es construir un negocio.
¿Vender en Amazon como particular es la única opción?
Amazon permite registrarse como particular, autónomo o empresa, y tu elección marcará aspectos clave como impuestos, herramientas disponibles y profesionalización.
Particular: Ideal para probar sin compromiso. No necesitas ser autónomo si haces ventas esporádicas. Pero ojo, si vendes con regularidad, Hacienda puede considerarlo actividad económica. Si quieres saber más sobre vender en amazon como particular, te dejamos aquí nuestra guia detallada.
Autónomo: Requiere más papeleo, pero te permite operar legalmente, deducir gastos y acceder al plan profesional. Es el paso lógico si te tomas esto en serio. Si te interesa esta opción, hemos escrito este artículo para informarte de todo.
Empresa: Es la opción más robusta. Perfecta si buscas escalar, importar o trabajar en equipo. Requiere más estructura, pero ofrece muchas ventajas a nivel fiscal y de imagen. Si quieres saber más sobre esta opción ( la que elegimos nosotros), te dejamos aquí nuestra guía detallada.
Las tres opciones son perfectamente válidas para empezar, todo dependerá de tu situación personal y profesional, el grado de implicación que quieras tener y la inversión que le quieras dedicar. Nosotros empezamos directamente con una sociedad limitada, porque sabíamos que queríamos construir algo a largo plazo. Si tú también tienes claro tu compromiso, te recomendamos lo mismo.

Una vez has elegido el tipo de cuenta que vas a crear en Amazon (particular, autónomo o empresa), llega el momento de tomar otra decisión importante: definir cómo quieres vender. Y aquí no hay una única respuesta válida. Cada modelo de negocio tiene sus ventajas y se adapta a diferentes perfiles, niveles de experiencia y objetivos. Por eso, antes de lanzarte, es fundamental entender bien las opciones que existen y pensar cuál se ajusta mejor a tu estilo, tus recursos y tu visión a largo plazo.
¿Qué modelo de negocio elegir?
Marca privada
Este modelo consiste en crear tu propia marca y vender productos bajo ese nombre. Requiere más inversión inicial, ya que necesitas desarrollar el producto, crear el packaging, registrar la marca y posiblemente hacer pruebas de calidad o certificaciones. También exige más trabajo: hay que encontrar un buen proveedor, optimizar la ficha de producto y construir una presencia sólida en Amazon (y fuera de Amazon, si quieres escalar).
Pero a cambio, tienes el control absoluto sobre tu producto, tu precio y la experiencia del cliente. Es la opción más profesional y escalable a largo plazo. Si lo haces bien, no solo estás vendiendo productos: estás construyendo un activo real que puede crecer contigo… o incluso venderse algún día.
Es nuestro modelo favorito.
Arbitraje
El arbitraje (retail o online) consiste en comprar productos a bajo precio (por ejemplo, en rebajas o liquidaciones) y revenderlos en Amazon a un precio más alto. La gran ventaja es que puedes empezar con poco capital y sin necesidad de crear una marca. Solo necesitas un buen ojo para las oportunidades y conocer las normas de Amazon.
El principal inconveniente es que no es un modelo escalable a largo plazo: dependes de encontrar constantemente nuevas oportunidades y puede ser muy manual. Aun así, es una excelente escuela para aprender cómo funciona Amazon por dentro, sin tanto riesgo.
Wholesale
En este caso, no vendes productos con tu marca ni buscas gangas sueltas: compras al por mayor directamente a fabricantes o distribuidores de marcas ya conocidas. Es un modelo más estable que el arbitraje, pero también más exigente: necesitas negociar con proveedores, obtener permisos de distribución y gestionar bien el inventario.
No construyes una marca propia, pero puedes generar ingresos consistentes si te haces con un buen catálogo y relaciones sólidas con tus proveedores. Además, suele requerir una inversión intermedia, y puede ser un buen paso antes de lanzarte con tu propia marca.
Si tu objetivo es crear algo sólido y duradero, apuesta por la marca privada. Si en cambio quieres empezar rápido y sin complicarte demasiado, el arbitraje o el wholesale pueden ser una excelente puerta de entrada.
A continuación te lo resumimos en una tabla comparativa:

Y por último, en este punto tendrás que tomar otra decisión clave: cómo vas a gestionar la logística de tus pedidos. Amazon te ofrece dos opciones principales, y cada una tiene implicaciones muy distintas en cuanto a tiempo, costes y control. Vamos a verlas:
La logística: ¿FBA o FBM?
FBA (Fulfillment by Amazon)
Con este modelo, Amazon se encarga de todo: almacena tus productos en sus centros logísticos, se ocupa de preparar y enviar los pedidos al cliente, y también gestiona las devoluciones y el servicio postventa. Tú solo tienes que asegurarte de enviar el inventario a sus almacenes y mantener el stock disponible.
Ventajas principales:
Ganas la insignia Prime, lo que aumenta la visibilidad y las conversiones.
Delegas toda la logística, lo que te permite centrarte en hacer crecer tu negocio.
Amazon gestiona el servicio de atención al cliente, lo cual ahorra tiempo.
Desventajas:
Tiene costes de almacenamiento y gestión que pueden ser altos si no gestionas bien tu inventario.
Pierdes algo de control sobre el producto una vez entra al almacén.
Las reglas de etiquetado y preparación deben cumplirse al detalle.
Es la opción más usada por los vendedores que apuestan por escalar y automatizar su negocio.
FBM (Fulfillment by Merchan)
Aquí tú eres quien gestiona todo el proceso logístico. Alguien hace el picking, el empaquetado, el envío al cliente y las devoluciones. Puede ser tú mismo, tu equipo o un operador logístico externo (3PL).
Ventajas principales:
Tienes más control sobre el proceso y los costes.
Es útil para productos muy grandes, pesados o con baja rotación, donde FBA no resulta rentable.
Ideal si ya tienes una estructura logística propia o vendes también en otras plataformas.
Desventajas:
No obtienes la insignia Prime (a no ser que accedas al programa Seller Fulfilled Prime).
Estás obligado a cumplir los tiempos de entrega exigidos por Amazon, lo que puede ser un reto.
Tienes que encargarte de la atención al cliente y las devoluciones.
FBM es una opción válida si quieres mantener el control o si estás empezando de forma más artesanal, pero en la mayoría de los casos, FBA resulta más eficiente y escalable.

Lo que sí podemos decirte desde SellerProject…
Vender en Amazon es un camino lleno de decisiones. Algunas, como el tipo de cuenta que eliges o el modelo logístico con el que empiezas, hay que tomarlas incluso antes de publicar tu primer producto. Otras aparecerán por el camino: qué herramientas usar, cómo optimizar tus fichas, si lanzar un segundo ASIN o cuándo asumir más riesgo e ir a por una marca propia.
La incertidumbre forma parte del proceso. Da igual si eres principiante o llevas años en esto: siempre habrá momentos de duda, de corrección y de ensayo-error. Y eso no es malo. Al contrario, forma parte del aprendizaje real. Por eso no hay una sola forma correcta de vender en Amazon. Lo que funciona para uno puede no encajar para otro. Lo importante es que las decisiones que tomes estén alineadas contigo: con tu situación, tus recursos y tus objetivos.
Desde SellerProject no te vamos a prometer fórmulas mágicas ni resultados fáciles, porque no creemos en eso. Lo que sí te garantizamos es que, si haces las cosas con intención, con foco y aprendiendo de cada paso, acabarás construyendo algo sostenible. A tu ritmo, con tu estilo, y sin necesidad de copiar a nadie.
Y si ahora mismo estás leyendo esto y aún no sabes si dar el primer paso, recuerda: no tienes que tenerlo todo claro para empezar. Muchas veces, la claridad viene cuando te pones en marcha. Como dijo Lao Tse: “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso.”
Y este, perfectamente, puede ser el tuyo.
Paso a Paso para empezar a vender en Amazon FBA en 2025
Antes de abrir tu cuenta en Amazon y lanzarte a vender, hay decisiones clave que no deberías tomar a la ligera. ¿Qué tipo de cuenta te conviene? ¿Con qué modelo de negocio empezar? ¿Cómo vas a gestionar la logística?
Este artículo está pensado para ayudarte a tomar esas primeras decisiones con claridad, evitando errores comunes y ganando confianza desde el primer paso. Porque vender en Amazon no es solo subir un producto: es construir un negocio.
¿Qué forma legal elegir para vender?
Amazon permite registrarse como particular, autónomo o empresa, y tu elección marcará aspectos clave como impuestos, herramientas disponibles y profesionalización.
Particular: Ideal para probar sin compromiso. No necesitas ser autónomo si haces ventas esporádicas. Pero ojo, si vendes con regularidad, Hacienda puede considerarlo actividad económica. Si quieres saber más sobre vender en amazon como particular, te dejamos aquí nuestra guia detallada
Autónomo: Requiere más papeleo, pero te permite operar legalmente, deducir gastos y acceder al plan profesional. Es el paso lógico si te tomas esto en serio. Si te interesa esta opción, aquí encontrarás toda la información
Empresa: Es la opción más robusta. Perfecta si buscas escalar, importar o trabajar en equipo. Requiere más estructura, pero ofrece muchas ventajas a nivel fiscal y de imagen. Si quieres saber más sobre vender en amazon como particular, te dejamos aquí nuestra guia detallada
Las tres opciones son perfectamente válidas para empezar, todo dependerá de tu situación personal y profesional, el grado de implicación que quieras tener y la inversión que le quieras dedicar. Nosotros empezamos directamente con una sociedad limitada, porque sabíamos que queríamos construir algo a largo plazo. Si tú también tienes claro tu compromiso, te recomendamos lo mismo.

Una vez has elegido el tipo de cuenta que vas a crear en Amazon (particular, autónomo o empresa), llega el momento de tomar otra decisión importante: definir cómo quieres vender. Y aquí no hay una única respuesta válida. Cada modelo de negocio tiene sus ventajas y se adapta a diferentes perfiles, niveles de experiencia y objetivos. Por eso, antes de lanzarte, es fundamental entender bien las opciones que existen y pensar cuál se ajusta mejor a tu estilo, tus recursos y tu visión a largo plazo.
¿Qué modelo de negocio elegir?
Hay tres formas principales de vender:
Marca privada
Este modelo consiste en crear tu propia marca y vender productos bajo ese nombre. Requiere más inversión inicial, ya que necesitas desarrollar el producto, crear el packaging, registrar la marca y posiblemente hacer pruebas de calidad o certificaciones. También exige más trabajo: hay que encontrar un buen proveedor, optimizar la ficha de producto y construir una presencia sólida en Amazon (y fuera de Amazon, si quieres escalar).
Pero a cambio, tienes el control absoluto sobre tu producto, tu precio y la experiencia del cliente. Es la opción más profesional y escalable a largo plazo. Si lo haces bien, no solo estás vendiendo productos: estás construyendo un activo real que puede crecer contigo… o incluso venderse algún día.
Es nuestro modelo favorito.
Arbitraje
El arbitraje (retail o online) consiste en comprar productos a bajo precio (por ejemplo, en rebajas o liquidaciones) y revenderlos en Amazon a un precio más alto. La gran ventaja es que puedes empezar con poco capital y sin necesidad de crear una marca. Solo necesitas un buen ojo para las oportunidades y conocer las normas de Amazon.
El principal inconveniente es que no es un modelo escalable a largo plazo: dependes de encontrar constantemente nuevas oportunidades y puede ser muy manual. Aun así, es una excelente escuela para aprender cómo funciona Amazon por dentro, sin tanto riesgo.
Wholesale
En este caso, no vendes productos con tu marca ni buscas gangas sueltas: compras al por mayor directamente a fabricantes o distribuidores de marcas ya conocidas. Es un modelo más estable que el arbitraje, pero también más exigente: necesitas negociar con proveedores, obtener permisos de distribución y gestionar bien el inventario.
No construyes una marca propia, pero puedes generar ingresos consistentes si te haces con un buen catálogo y relaciones sólidas con tus proveedores. Además, suele requerir una inversión intermedia, y puede ser un buen paso antes de lanzarte con tu propia marca.
Si tu objetivo es crear algo sólido y duradero, apuesta por la marca privada. Si en cambio quieres empezar rápido y sin complicarte demasiado, el arbitraje o el wholesale pueden ser una excelente puerta de entrada.
A continuación te lo resumimos en una tabla comparativa:

Y por último, en este punto tendrás que tomar otra decisión clave: cómo vas a gestionar la logística de tus pedidos. Amazon te ofrece dos opciones principales, y cada una tiene implicaciones muy distintas en cuanto a tiempo, costes y control. Vamos a verlas:
La logística: ¿FBA o FBM?
FBA (Fulfillment by Amazon)
Con este modelo, Amazon se encarga de todo: almacena tus productos en sus centros logísticos, se ocupa de preparar y enviar los pedidos al cliente, y también gestiona las devoluciones y el servicio postventa. Tú solo tienes que asegurarte de enviar el inventario a sus almacenes y mantener el stock disponible.
Ventajas principales:
Ganas la insignia Prime, lo que aumenta la visibilidad y las conversiones.
Delegas toda la logística, lo que te permite centrarte en hacer crecer tu negocio.
Amazon gestiona el servicio de atención al cliente, lo cual ahorra tiempo.
Desventajas:
Tiene costes de almacenamiento y gestión que pueden ser altos si no gestionas bien tu inventario.
Pierdes algo de control sobre el producto una vez entra al almacén.
Las reglas de etiquetado y preparación deben cumplirse al detalle.
Es la opción más usada por los vendedores que apuestan por escalar y automatizar su negocio.
FBM (Fulfillment by Merchant)
Aquí tú eres quien gestiona todo el proceso logístico. Alguien hace el picking, el empaquetado, el envío al cliente y las devoluciones. Puede ser tú mismo, tu equipo o un operador logístico externo (3PL).
Ventajas principales:
Tienes más control sobre el proceso y los costes.
Es útil para productos muy grandes, pesados o con baja rotación, donde FBA no resulta rentable.
Ideal si ya tienes una estructura logística propia o vendes también en otras plataformas.
Desventajas:
No obtienes la insignia Prime (a no ser que accedas al programa Seller Fulfilled Prime).
Estás obligado a cumplir los tiempos de entrega exigidos por Amazon, lo que puede ser un reto.
Tienes que encargarte de la atención al cliente y las devoluciones.
FBM es una opción válida si quieres mantener el control o si estás empezando de forma más artesanal, pero en la mayoría de los casos, FBA resulta más eficiente y escalable.

Lo que sí podemos decirte desde SellerProject…
Vender en Amazon es un camino lleno de decisiones. Algunas, como el tipo de cuenta que eliges o el modelo logístico con el que empiezas, hay que tomarlas incluso antes de publicar tu primer producto. Otras aparecerán por el camino: qué herramientas usar, cómo optimizar tus fichas, si lanzar un segundo ASIN o cuándo asumir más riesgo e ir a por una marca propia.
La incertidumbre forma parte del proceso. Da igual si eres principiante o llevas años en esto: siempre habrá momentos de duda, de corrección y de ensayo-error. Y eso no es malo. Al contrario, forma parte del aprendizaje real. Por eso no hay una sola forma correcta de vender en Amazon. Lo que funciona para uno puede no encajar para otro. Lo importante es que las decisiones que tomes estén alineadas contigo: con tu situación, tus recursos y tus objetivos.
Desde SellerProject no te vamos a prometer fórmulas mágicas ni resultados fáciles, porque no creemos en eso. Lo que sí te garantizamos es que, si haces las cosas con intención, con foco y aprendiendo de cada paso, acabarás construyendo algo sostenible. A tu ritmo, con tu estilo, y sin necesidad de copiar a nadie.
Y si ahora mismo estás leyendo esto y aún no sabes si dar el primer paso, recuerda: no tienes que tenerlo todo claro para empezar. Muchas veces, la claridad viene cuando te pones en marcha. Como dijo Lao Tse: “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso.”
Y este, perfectamente, puede ser el tuyo.
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