
Checklist definitiva para validar un producto antes de venderlo en Amazon
Elegir un producto para vender en Amazon parece fácil… hasta que te das cuenta de que no basta con que “se venda”. Tiene que venderse con margen, sin competencia feroz, sin sorpresas logísticas y con una estrategia clara detrás.
Nosotros lo aprendimos a base de tropiezos (sí, también nos lanzamos con un producto sin validar bien, y nos salió caro). Por eso, hoy te traemos la checklist que usamos nosotros antes de decirle que sí a un nuevo producto.
No hay fórmulas mágicas, pero sí pasos concretos que puedes seguir para minimizar errores y tomar decisiones con más cabeza y menos impulsos. Si estás pensando en lanzar un producto y no has pasado por esta lista, aún estás a tiempo de evitarte muchos problemas.
Vamos a ello.
¿Por qué necesitas validar antes de lanzar?
Cuando empiezas en Amazon, es fácil caer en la trampa del entusiasmo. Has encontrado un producto que “parece” rentable, lo ves en Alibaba, haces cuatro cálculos rápidos, te imaginas vendiéndolo en masa y te lanzas. El problema es que Amazon no perdona los errores, y validar mal un producto puede costarte mucho más que dinero: puede quitarte tiempo, motivación y ganas de seguir.
Nosotros lo vivimos en nuestras propias carnes. Un producto que pintaba perfecto nos hizo perder meses porque no validamos dos cosas clave: las tarifas reales según el tamaño (que salieron altísimas) y la cantidad de unidades que pedimos (demasiadas). Resultado: un producto sin margen y un almacén lleno de stock parado.
Validar un producto no significa complicarte la vida. Significa hacerte las preguntas correctas antes de comprometerte con dinero y logística. Es un filtro de realidad que te obliga a mirar más allá del “esto se vende” y entrar en el “esto lo puedo vender yo, con margen y sin sufrir”.
Validar antes de lanzar es el paso que separa a los que montan un negocio de los que solo cruzan los dedos.
Y lo mejor es que se puede hacer con cabeza, herramientas accesibles, y sin necesidad de ser un experto en Excel o un gurú del e-commerce. En esta checklist te enseñamos cómo lo hacemos nosotros ahora —después de haberla liado alguna que otra vez— y qué puntos revisamos siempre antes de dar el sí definitivo a un producto.
Checklist paso a paso para validar tu producto
1. ¿Tiene demanda real?
Parece una pregunta obvia, pero es el error más común al empezar: elegir productos que no tienen suficiente demanda. Es fácil enamorarte de una idea, de un producto que tú usarías o que te parece “original”. Pero en Amazon no vendes lo que a ti te gusta. Vendes lo que otros ya están buscando.
Antes de pedir una sola unidad, necesitas confirmar que hay gente interesada en ese producto. Y no vale con preguntárselo a tus amigos o a tu cuñado. Tienes que mirar datos reales de búsqueda.
¿Cómo saber si hay demanda?
Herramientas como Helium 10 te permiten ver cuántas veces al mes se busca una palabra clave. Por ejemplo, si estás pensando en vender “cepillo de bambú para perros”, comprueba si tiene por lo menos 1000-2000 búsquedas mensuales.
Mira si la demanda se mantiene constante a lo largo del año o si es un producto estacional (tipo paraguas, disfraces o fundas de piscina). Puedes ver nuestro tutorial sobre Helium10 en este artículo.
Analiza los listings actuales: si ves que varios vendedores están haciendo ventas constantes (aunque tengan pocas reviews), es una buena señal.
Evita los extremos:
Si casi nadie busca ese producto, no hay mercado.
Si todo el mundo lo busca pero hay 20 marcas fuertes dominando la primera página, es terreno difícil (y lo veremos en el siguiente punto).
Consejo: No te fíes solo del “gut feeling”. Haz una pequeña investigación. Una hora de análisis te puede ahorrar meses de frustración.
2. ¿Hay demasiada competencia?
Una cosa es que un producto se venda, y otra muy distinta es que tú puedas venderlo. La diferencia está en la competencia. Porque si hay demasiados vendedores consolidados, con reviews, buenos listings y precios afilados al milímetro, simplemente no te van a dejar entrar.
Aquí no hablamos solo de cantidad de vendedores, sino de calidad. Si la primera página de resultados está llena de marcas registradas, con cientos de valoraciones, imágenes de estudio, contenido A+ y precios que apenas dejan margen, lo que hay no es oportunidad: es una guerra en la que vas a perder antes de empezar.
Lo primero que hacemos nosotros es buscar la palabra clave principal del producto en Amazon y analizar la primera página entera. ¿Qué buscamos? Cuántos tienen más de 200 reviews, cuántos listings están optimizados, si todos venden prácticamente lo mismo sin diferenciación, y si los precios están tan ajustados que no dejan hueco para nadie nuevo.
Otro detalle importante: si todos los vendedores son empresas chinas que fabrican directamente, es muy probable que no puedas competir ni en precio ni en velocidad de reposición. Además, suelen ajustar el precio en cuanto detectan que alguien nuevo entra a vender. Así que si ves que la mayoría de los vendedores están basados en China, ese es un buen motivo para dejarlo pasar.
Una señal que usamos mucho: si no detectamos al menos dos o tres listings mejorables en la primera página (malas fotos, títulos flojos, sin contenido A+), no seguimos con ese producto. Porque si no hay fallos que tú puedas aprovechar, es muy difícil que te posiciones sin reviews, sin histórico y sin marca fuerte detrás.
Validar la competencia no es buscar que no haya nadie, es encontrar un hueco real donde puedas entrar con algo mejor o distinto. Si no lo hay, sigue buscando. Hay miles de productos ahí fuera que sí te permitirán competir de verdad.
3. ¿Cuál será tu margen real con las tarifas FBA?
Aquí es donde mucha gente se lleva el primer susto serio. Porque una cosa es ver que puedes comprar un producto a 2 € y venderlo a 15 €, y otra muy distinta es lo que realmente te queda limpio después de todas las comisiones, gastos y sorpresas.
El margen real no es lo que sobra “a ojo”. Es lo que queda después de sumar todos los costes ocultos que Amazon no te muestra hasta que ya estás dentro. Y créenos: cuando no haces bien estos números, te puedes pasar meses vendiendo sin ganar ni un euro. O peor, perdiendo.
Las tarifas FBA dependen, a parte del PVP del producto, de dos cosas clave: el peso y el tamaño una vez el producto está embalado. Y eso es lo que muchos no calculan bien. Un producto pequeño mal embalado puede pasar de categoría y multiplicar los costes. A nosotros nos pasó: asumimos un tamaño estándar y resultó ser tamaño grande. Resultado: margen por los suelos.
Por eso, antes de comprar nada, debes hacer un cálculo lo más exacto posible. Usa nuestra calculadora de rentabilidad para hacer simulaciones. Te la regalamos si te suscribes a nuestra Newsletter. Introduce el precio de venta estimado, peso, medidas del producto con embalaje, y ve sumando:
Coste del producto (con envío incluido)
Tarifas FBA (logística, almacenamiento, etc.)
IVA y aranceles si importas desde fuera de la UE
Coste de envío desde el proveedor al almacén
Porcentaje de devoluciones
Publicidad (al menos un 10-15% del precio de venta)
Y solo cuando hayas metido todo eso, mira cuánto te queda. Si es menos de un 30%, piénsatelo bien. Si es menos de un 20%, ni lo toques. Porque no has venido a Amazon a mover cajas, has venido a construir un negocio rentable.
No tomes decisiones por sentimiento, tómalas a partir de los datos. Y si no estás seguro, pide una muestra, mide tú mismo el producto embalado y repite el cálculo. Es un paso que te puede ahorrar cientos o miles de euros mal invertidos.
4. ¿Puedes diferenciarte de algún modo?
Si tu producto es exactamente igual al resto, solo te queda competir por precio. Y en Amazon, competir por precio siendo nuevo es como intentar ganarle una carrera a alguien que lleva años entrenando. Vas a perder, y vas a perder caro.
Diferenciarse no significa inventar la rueda. Significa ver qué están haciendo los demás y mejorar algún punto clave: presentación, diseño, usabilidad, packaging, experiencia… algo que te haga destacar cuando un cliente ve tu producto entre 20 más.
Lo primero que miramos nosotros es la primera página de resultados: ¿todos los productos se ven iguales? ¿Las fotos son parecidas? ¿Los títulos están mal escritos o todos venden el mismo “más de lo mismo”? Si es así, hay oportunidad.
Aquí van algunas formas reales de diferenciarte:
-
Packaging cuidado y visual: un diseño bonito y profesional puede ser decisivo en productos donde la mayoría manda en bolsas transparentes.
-
Bundle inteligente: vender el producto con un accesorio útil o algo que mejore la experiencia puede justificar un precio más alto (y hace que no te comparen solo por euros).
-
Materiales o acabados diferentes: si todos son de plástico barato, y tú puedes ofrecer algo con un mejor tacto o estética, suma puntos.
-
Marca con sentido: aunque no tengas una marca conocida, tener un logo trabajado, un enfoque visual coherente y un mensaje claro marca la diferencia.
-
Manual o contenido extra: una guía rápida, acceso a vídeo tutoriales, una pequeña historia… cosas que aportan valor sin disparar el coste.
Importante: no caigas en el error de pensar que tu producto es diferente “porque tú lo dices”. Diferenciarse tiene que notarse en un segundo, cuando alguien ve tu ficha y dice: “vale, este es distinto”.
Y si después de analizar el mercado no encuentras ninguna forma clara de hacer tu producto mejor, más útil o más atractivo… quizás ese no es tu producto. Y está bien. Mejor buscar uno en el que sí tengas una oportunidad real.
5. ¿Te puedes permitir empezar con pocas unidades?
Uno de los errores más típicos (y más caros) que cometimos fue pedir demasiadas unidades en nuestro primer producto. Estábamos tan seguros de que se iba a vender bien que encargamos más de 500 unidades sin testear nada. Resultado: meses de stock parado, dinero bloqueado y margen inexistente.
Cuando estás validando un producto, tu objetivo no es vender miles de unidades, es confirmar que el producto tiene sentido: que se vende, que puedes competir y que puedes escalarlo si todo va bien.
Por eso, una de las primeras preguntas que nos hacemos ahora es:
¿Podemos empezar con pocas unidades? ¿Y podemos asumir el coste si no se venden tan rápido como esperamos?
Aquí van algunos puntos clave para tomar esta decisión:
¿El proveedor acepta un pedido pequeño? Algunos lo permiten si insistes o si explicas que estás testando el mercado.
¿Puedes pedir una muestra y simular el proceso completo? Así ves el tamaño, el coste del envío, y si cumple lo que promete.
¿Qué pasa si no se vende? ¿Puedes venderlo fuera de Amazon? ¿Recuperar parte de la inversión? ¿No te arruina?
¿Puedes asumir los costes logísticos de un envío pequeño sin que te coma el margen? (Porque enviar poco puede salir proporcionalmente caro, pero es parte del aprendizaje.)
Empezar con poco no es cobardía, es estrategia. Si funciona, ya subirás. Si no, al menos habrás aprendido barato.
💡 Consejo SellerProject: nosotros nunca lanzamos un producto nuevo sin testearlo primero con entre 50 y 150 unidades máximo. Si no se mueve, ajustamos. Y si funciona, escalamos sabiendo que el producto responde bien.
En Amazon, equivocarte es parte del juego. Pero equivocarte con 100 unidades duele menos que con 1000.
6. ¿Tienes claro cómo lo vas a posicionar?
Una cosa es tener un buen producto. Otra muy distinta es saber cómo venderlo. En Amazon, no gana el mejor producto, gana el que se posiciona mejor. Y si no tienes claro cómo vas a presentar, diferenciar y visibilizar tu producto, es probable que acabes en la página 7… con cero ventas.
Cuando hablamos de posicionar no nos referimos solo a keywords (aunque son clave), sino al conjunto de factores que hacen que tu producto aparezca, destaque y conecte con el cliente ideal.
Antes de lanzar cualquier producto nos hacemos estas preguntas:
¿Qué problema soluciona mi producto y cómo lo comunico?
Si no puedes explicarlo en una frase clara, mal empezamos.¿Qué palabras clave principales y secundarias quiero atacar?
Usa herramientas como Helium 10 o directamente el buscador de Amazon para entender cómo buscan los clientes.¿Cómo quiero que se perciba mi producto?
¿Es una opción premium? ¿Es la más práctica? ¿Es para regalar? Esto afecta a las imágenes, el copy, el precio y todo lo demás.¿Qué tipo de cliente estoy buscando?
No es lo mismo vender algo funcional que algo aspiracional. No es lo mismo vender a un padre de familia que a un adolescente.
Si no sabes a quién estás hablando, terminas hablando al aire. Y si no sabes en qué términos debes aparecer, nadie te encontrará.
💡 Lo ideal es que antes incluso de hacer el pedido al proveedor, tengas un esquema claro del título, bullets, beneficios y enfoque visual de tu producto. Que sepas qué historia vas a contar. Porque en Amazon, el posicionamiento no es solo cuestión de SEO, es cuestión de estrategia.

Conclusión SellerProject
Validar un producto no es una garantía de éxito, pero no validarlo es casi garantía de problemas.
En Amazon no se trata solo de vender. Se trata de vender bien, con margen, con estrategia y con cabeza. Y eso empieza antes de hacer el primer pedido. Esta checklist no es teoría de manual, es lo que aplicamos nosotros cada vez que analizamos un producto nuevo. Después de haber metido la pata, claro.
Así que si estás pensando en lanzar algo, hazte estas seis preguntas. Si respondes con claridad y realismo, estarás mucho más cerca de construir un negocio sólido, y no solo de lanzar un producto por impulso.
Y si alguna respuesta no está clara, frena. Ajusta, investiga más, busca otra opción. Amazon no se acaba, pero tu presupuesto sí puede acabarse muy rápido si te lanzas sin validar.
Nosotros ya aprendimos algunas lecciones por las malas. Ojalá esta checklist te ayude a ahorrarte unas cuantas.
Checklist definitiva para validar un producto antes de venderlo en Amazon
Elegir un producto para vender en Amazon parece fácil… hasta que te das cuenta de que no basta con que “se venda”. Tiene que venderse con margen, sin competencia feroz, sin sorpresas logísticas y con una estrategia clara detrás.
Nosotros lo aprendimos a base de tropiezos (sí, también nos lanzamos con un producto sin validar bien, y nos salió caro). Por eso, hoy te traemos la checklist que usamos nosotros antes de decirle que sí a un nuevo producto.
No hay fórmulas mágicas, pero sí pasos concretos que puedes seguir para minimizar errores y tomar decisiones con más cabeza y menos impulsos. Si estás pensando en lanzar un producto y no has pasado por esta lista, aún estás a tiempo de evitarte muchos problemas.
Vamos a ello.
¿Por qué necesitas validar antes de lanzar?
Cuando empiezas en Amazon, es fácil caer en la trampa del entusiasmo. Has encontrado un producto que “parece” rentable, lo ves en Alibaba, haces cuatro cálculos rápidos, te imaginas vendiéndolo en masa y te lanzas. El problema es que Amazon no perdona los errores, y validar mal un producto puede costarte mucho más que dinero: puede robarte tiempo, motivación y ganas de seguir.
Nosotros lo vivimos en carne propia. Un producto que pintaba perfecto nos hizo perder meses porque no validamos dos cosas clave: las tarifas reales según el tamaño (que salieron altísimas) y la cantidad de unidades que pedimos (demasiadas). Resultado: un producto invendible con margen y un almacén lleno de stock muerto.
Validar un producto no significa complicarte la vida. Significa hacerte las preguntas correctas antes de comprometerte con dinero y logística. Es un filtro de realidad que te obliga a mirar más allá del “esto se vende” y entrar en el “esto lo puedo vender yo, con margen y sin matarme”.
Validar antes de lanzar es el paso que separa a los que montan un negocio de los que solo cruzan los dedos.
Y lo mejor es que se puede hacer con cabeza, herramientas accesibles, y sin necesidad de ser un experto en Excel o un gurú del e-commerce. En esta checklist te enseñamos cómo lo hacemos nosotros ahora —después de haberla liado alguna que otra vez— y qué puntos revisamos siempre antes de dar el sí definitivo a un producto.
Checklist paso a paso para validar tu producto
1. ¿Tiene demanda real?
Parece una pregunta obvia, pero es el error más común al empezar: elegir productos que no tienen suficiente demanda. Es fácil enamorarte de una idea, de un producto que tú usarías o que te parece “original”. Pero en Amazon no vendes lo que a ti te gusta. Vendes lo que otros ya están buscando.
Antes de pedir una sola unidad, necesitas confirmar que hay gente interesada en ese producto. Y no vale con preguntárselo a tus amigos o a tu cuñado. Tienes que mirar datos reales de búsqueda.
¿Cómo saber si hay demanda?
Herramientas como Helium 10 te permiten ver cuántas veces al mes se busca una palabra clave. Por ejemplo, si estás pensando en vender “cepillo de bambú para perros”, comprueba si tiene al menos 1000-2000 búsquedas mensuales. Puedes ver nuestro tutorial de Helium10 en este artículo.
Mira si la demanda se mantiene constante a lo largo del año o si es un producto estacional (tipo paraguas, disfraces o fundas de piscina).
Analiza los listings actuales: si ves que varios vendedores están haciendo ventas constantes (aunque tengan pocos reviews), es una buena señal.
Evita los extremos:
Si casi nadie busca ese producto, no hay mercado.
Si todo el mundo lo busca pero hay 20 marcas fuertes dominando la primera página, es terreno difícil (y lo veremos en el siguiente punto).
Consejo: No te fíes solo del “gut feeling”. Haz una pequeña investigación. Una hora de análisis te puede ahorrar meses de frustración.
2. ¿Hay demasiada competencia?
Una cosa es que un producto se venda, y otra muy distinta es que tú puedas venderlo. La diferencia está en la competencia. Porque si hay demasiados vendedores consolidados, con reviews, buenas fichas y precios afilados al milímetro, simplemente no te van a dejar entrar.
Aquí no hablamos solo de cantidad de vendedores, sino de calidad. Si la primera página de resultados está llena de marcas registradas, con cientos de valoraciones, imágenes de estudio, contenido A+ y precios que apenas dejan margen, lo que hay no es oportunidad: es una guerra en la que vas a perder antes de empezar.
Lo primero que hacemos nosotros es buscar la palabra clave principal del producto en Amazon y analizar la primera página entera. ¿Qué buscamos? Cuántos tienen más de 200 reviews, cuántos listings están optimizados, si todos venden prácticamente lo mismo sin diferenciación, y si los precios están tan ajustados que no dejan hueco para nadie nuevo.
Otro detalle importante: si todos los vendedores son empresas chinas que fabrican directamente, es muy probable que no puedas competir ni en precio ni en velocidad de reposición. Además, suelen ajustar el precio en cuanto detectan que alguien nuevo entra a vender. Así que si ves que la mayoría de los vendedores están basados en China, ese es un buen motivo para dejarlo pasar.
Una señal que usamos mucho: si no detectamos al menos dos o tres listings mejorables en la primera página (malas fotos, títulos flojos, sin contenido A+), no seguimos con ese producto. Porque si no hay fallos que tú puedas aprovechar, es muy difícil que te posiciones sin reviews, sin histórico y sin marca fuerte detrás.
Validar la competencia no es buscar que no haya nadie, es encontrar un hueco real donde puedas entrar con algo mejor o distinto. Si no lo hay, sigue buscando. Hay miles de productos ahí fuera que sí te permitirán competir de verdad.
3. ¿Cuál será tu margen real con las tarifas FBA?
Aquí es donde mucha gente se lleva el primer susto serio. Porque una cosa es ver que puedes comprar un producto a 2 € y venderlo a 15 €, y otra muy distinta es lo que realmente te queda limpio después de todas las comisiones, gastos y sorpresas.
El margen real no es lo que sobra “a ojo”. Es lo que queda después de sumar todos los costes ocultos que Amazon no te muestra hasta que ya estás dentro. Y créenos: cuando no haces bien estos números, te puedes pasar meses vendiendo sin ganar ni un euro. O peor, perdiendo.
Las tarifas FBA dependen de dos cosas clave: el peso y el tamaño una vez el producto está embalado. Y eso es lo que muchos no calculan bien. Un producto pequeño mal embalado puede pasar de categoría y multiplicar los costes. A nosotros nos pasó: asumimos un tamaño estándar y resultó ser tamaño grande. Resultado: margen por los suelos.
Por eso, antes de comprar nada, debes hacer un cálculo lo más exacto posible. Usa nuestra calculadora de rentabilidad para hacer simulaciones. Te la regalamos si te suscribes a nuestra Newsletter. Introduce el precio de venta estimado, peso, medidas del producto con embalaje, y ve sumando:
Coste del producto (con envío incluido)
Tarifas FBA (logística, almacenamiento, etc.)
IVA y aranceles si importas desde fuera de la UE
Coste de envío desde el proveedor al almacén
Porcentaje de devoluciones
Publicidad (al menos un 10-15% del precio de venta)
Y solo cuando hayas metido todo eso, mira cuánto te queda. Si es menos de un 30%, piénsatelo bien. Si es menos de un 20%, ni lo toques. Porque no has venido a Amazon a mover cajas, has venido a construir un negocio rentable.
No hagas números con la emoción. Hazlos con los datos. Y si no estás seguro, pide una muestra, mide tú mismo el producto embalado y repite el cálculo. Es un paso que te puede ahorrar cientos o miles de euros mal invertidos.
4. ¿Puedes diferenciarte de algún modo?
Si tu producto es exactamente igual al resto, solo te queda competir por precio. Y en Amazon, competir por precio siendo nuevo es como intentar ganarle una carrera a alguien que lleva años entrenando. Vas a perder, y vas a perder barato.
Diferenciarse no significa inventar la rueda. Significa ver qué están haciendo los demás y mejorar algún punto clave: presentación, diseño, usabilidad, packaging, experiencia… algo que te haga destacar cuando un cliente ve tu producto entre 20 más.
Lo primero que miramos nosotros es la primera página de resultados: ¿todos los productos se ven iguales? ¿Las fotos son parecidas? ¿Los títulos están mal escritos o todos venden el mismo “más de lo mismo”? Si es así, hay oportunidad.
Aquí van algunas formas reales de diferenciarte:
Packaging cuidado y visual: un diseño bonito y profesional puede ser decisivo en productos donde la mayoría manda en bolsas transparentes.
Bundle inteligente: vender el producto con un accesorio útil o algo que mejore la experiencia puede justificar un precio más alto (y hace que no te comparen solo por euros).
Materiales o acabados diferentes: si todos son de plástico barato, y tú puedes ofrecer algo con un mejor tacto o estética, suma puntos.
Marca con sentido: aunque no tengas una marca conocida, tener un logo trabajado, un enfoque visual coherente y un mensaje claro marca la diferencia.
Manual o contenido extra: una guía rápida, acceso a vídeo tutoriales, una pequeña historia… cosas que aportan valor sin disparar el coste.
Importante: no caigas en el error de pensar que tu producto es diferente “porque tú lo dices”. Diferenciarse tiene que notarse en un segundo, cuando alguien ve tu ficha y dice: “vale, este es distinto”.
Y si después de analizar el mercado no encuentras ninguna forma clara de hacer tu producto mejor, más útil o más atractivo… quizás ese no es tu producto. Y está bien. Mejor buscar uno en el que sí tengas una oportunidad real.
5. ¿Te puedes permitir empezar con pocas unidades?
Uno de los errores más típicos (y más caros) que cometimos fue pedir demasiadas unidades en nuestro primer producto. Estábamos tan seguros de que se iba a vender bien que encargamos más de 500 unidades sin testear nada. Resultado: meses de stock parado, dinero bloqueado y margen inexistente.
Cuando estás validando un producto, tu objetivo no es vender miles de unidades, es confirmar que el producto tiene sentido: que se vende, que puedes competir y que puedes escalarlo si todo va bien.
Por eso, una de las primeras preguntas que nos hacemos ahora es:
¿Podemos empezar con pocas unidades? ¿Y podemos asumir el coste si no se venden tan rápido como esperamos?
Aquí van algunos puntos clave para tomar esta decisión:
¿El proveedor acepta un pedido pequeño? Algunos lo permiten si insistes o si explicas que estás testando el mercado.
¿Puedes pedir una muestra y simular el proceso completo? Así ves el tamaño, el coste del envío, y si cumple lo que promete.
¿Qué pasa si no se vende? ¿Puedes venderlo fuera de Amazon? ¿Recuperar parte de la inversión? ¿No te arruina?
¿Puedes asumir los costes logísticos de un envío pequeño sin que te coma el margen? (Porque enviar poco puede salir proporcionalmente caro, pero es parte del aprendizaje.)
Empezar con poco no es cobardía, es estrategia. Si funciona, ya subirás. Si no, al menos habrás aprendido barato.
💡 Consejo SellerProject: nosotros nunca lanzamos un producto nuevo sin testearlo primero con entre 50 y 150 unidades máximo. Si no se mueve, ajustamos. Y si funciona, escalamos sabiendo que el producto responde bien.
En Amazon, equivocarte es parte del juego. Pero equivocarte con 100 unidades duele menos que con 1000.
6. ¿Tienes claro cómo lo vas a posicionar?
Una cosa es tener un buen producto. Otra muy distinta es saber cómo venderlo. En Amazon, no gana el mejor producto, gana el que se posiciona mejor. Y si no tienes claro cómo vas a presentar, diferenciar y visibilizar tu producto, es probable que acabes en la página 7… con cero ventas.
Cuando hablamos de posicionar no nos referimos solo a keywords (aunque son clave), sino al conjunto de factores que hacen que tu producto aparezca, destaque y conecte con el cliente ideal.
Antes de lanzar cualquier producto nos hacemos estas preguntas:
¿Qué problema soluciona mi producto y cómo lo comunico?
Si no puedes explicarlo en una frase clara, mal empezamos.¿Qué palabras clave principales y secundarias quiero atacar?
Usa herramientas como Helium 10 o directamente el buscador de Amazon para entender cómo buscan los clientes.¿Cómo quiero que se perciba mi producto?
¿Es una opción premium? ¿Es la más práctica? ¿Es para regalar? Esto afecta a las imágenes, el copy, el precio y todo lo demás.¿Qué tipo de cliente estoy buscando?
No es lo mismo vender algo funcional que algo aspiracional. No es lo mismo vender a un padre de familia que a un adolescente.
Si no sabes a quién estás hablando, terminas hablando al aire. Y si no sabes en qué términos debes aparecer, nadie te encontrará.
💡 Lo ideal es que antes incluso de hacer el pedido al proveedor, tengas un esquema claro del título, bullets, beneficios y enfoque visual de tu producto. Que sepas qué historia vas a contar. Porque en Amazon, el posicionamiento no es solo cuestión de SEO, es cuestión de estrategia.

Conclusión SellerProject
Validar un producto no es una garantía de éxito, pero no validarlo es casi garantía de problemas.
En Amazon no se trata solo de vender. Se trata de vender bien, con margen, con estrategia y con cabeza. Y eso empieza antes de hacer el primer pedido. Esta checklist no es teoría de manual, es lo que aplicamos nosotros cada vez que analizamos un producto nuevo. Después de haber metido la pata, claro.
Así que si estás pensando en lanzar algo, hazte estas seis preguntas. Si respondes con claridad y realismo, estarás mucho más cerca de construir un negocio sólido, y no solo de lanzar un producto por impulso.
Y si alguna respuesta no está clara, frena. Ajusta, investiga más, busca otra opción. Amazon no se acaba, pero tu presupuesto sí puede acabarse muy rápido si te lanzas sin validar.
Nosotros ya aprendimos algunas lecciones por las malas. Ojalá esta checklist te ayude a ahorrarte unas cuantas.
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